El libro “La Plaga”, de Ann Benson, es una historia de ficción. En ella se relatan en paralelo dos momentos históricos, separados por cientos de años entre sí, donde brotes de la peste bubónica ponen en peligro a la humanidad.
Los protagonistas de la novela son dos. En primer lugar, encontramos al médico judío Alejandro Caches, quien debe escapar de España en 1943 por cometer la herejía de desenterrar un cadáver para estudiarlo. Después de varios malabares, Caches termina trabajando en la corte de Eduardo III de Inglaterra, con una única misión encomendada por el Papa; impedir que la peste negra, que en esos tiempos diezmaba la población, atacara a la familia real.
Por otro lado, en el año 2005, Janie Crowe viaja desde Estados Unidos a Inglaterra a realizar una investigación y terminar sus estudios como arqueóloga forense. Pero esos estudios pasan a segundo plano cuando un pequeño pedazo de tela que encuentra enterrado trae de vuelta la peste bubónica a nuestros días, la que amenaza con volver a atacar.
Como veremos a continuación, este libro posee características de la hipertextualidad, como lo es el presentar bloques de textos que se entrelazan mediante vínculos. Ellos permiten que el lector vaya construyendo el puzzle que representan las dos historias y obtenga como resultado un único relato en su cabeza. Esto se debe a que los fragmentos que entrega la autora en paralelo son finalmente partes de la misma historia. Es así como se relacionan los capítulos o textos unos con otros, para dar forma a algo mayor que puede ser analizado como un todo por quien está leyendo. Ello a pesar de que las partes están separadas por el espacio y el tiempo.
La autora presenta de manera alternada en cada capítulo fragmentos de las historias de Janie y Alejandro y con ingenio las va entrelazando. Va dejando pistas en un relato que no es lineal, para que gracias a una historia se pueda entender la otra.
Las vivencias de los protagonistas, pese a estar separadas por siglos, se presentan en paralelo y se explican mutuamente. Es así como un libro de apuntes que escribe médico judío da entender al lector que los síntomas que sufre Janie, después del contacto con la tela que desentierra durante su investigación, son los mismos observados en el siglo XIV causados por la peste negra. O que quien está destinado a ayudar a la científica norteamericana es un lejano descendiente de quién prestó ayuda a Caches cuando la necesitó. En “La Plaga” hay palabras o situaciones que hacen
click en la mente del lector y permiten que evoque otros capítulos. Gracias a esto la novela se va entendiendo cada vez más.
